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Javier Guillén (Zaragoza 2004) estudia segundo de Bachillerato en el colegio Alemán, es jinete y campeón nacional juvenil de doma clásica.  Foto: Oliver Duch

El deportista estudia segundo de Bachillerato en el colegio Alemán, es jinete y campeón nacional juvenil de doma clásica

Javier tiene 17 años, pero habla como un veterano. Salvando las distancias deportivas, su discurso recuerda al temple del tenista Carlos Alcaraz, solamente un año mayor que él. Ama el mundo del caballo, y se le da bien. Muy bien.

¿Cómo se inicia en la doma clásica?

Empecé a montar con cinco años en la Yeguada Aragón, dando vueltas con un pony. Me encantaba. Luego pasé al Foster, que está en la carretera del Aeropuerto, y ahora entreno en el Cezar con mi caballo, Resuelto As; lo cogimos en enero del 2018, iba a cumplir seis años, estaba sin domar. Yo era muy pequeño, así que ese año las competiciones nos venían grandes a los dos. Es un proceso largo, porque no te puedes comunicar con el lenguaje, pero ahora tenemos tal complicidad cuando me subo, que todo sale muy fácil.De la hípica se conocen sobre todo las carreras y los saltos.

¿Qué tenía la doma para engancharle a tan corta edad?

Es una de las tres disciplinas olímpicas. Debes hacer una ‘reprise’ en la pista, una serie de ejercicios evaluada por cinco jueces. Puntúa la fluidez, calidez y armonía en el binomio caballo-jinete, además de la realización correcta de esos ejercicios; hay dos días de pruebas técnicas clasificatorias y una jornada de finales con música, que se llama la ‘kür’ o ‘freestyle’. Bueno, hay una tercera figura fundamental, el entrenador, que te enseña a conocer mejor al caballo y sacar el máximo rendimiento de él. Yo cuento con Fernando Ariza, y le debo mucho de lo que he conseguido hasta ahora en la competición.

Los títulos han ido llegando junto a Resuelto As, que desde luego hace honor a su nombre…

La verdad es que sí. En 2019 quedamos novenos en el nacional juvenil, pero luego fuimos al encuentro en el que también voy a estar la semana que viene, el Salón Internacional del Caballo de Pura Raza Española (Sicab), que es como el campeonato del mundo, y ganamos. Al año siguiente subimos de categoría a juvenil una estrella, y nos seleccionaron para el Europeo de Hungría, pero finalmente no pudimos competir por el covid; luego fuimos plata en el nacional. El pasado mes de septiembre quedamos campeones de España y ahora vamos al Sicab otra vez.

Es bonito oírle hablar en plural y saber que no es mayestático. Interrogante Resuelto: es por el caballo.

Siendo justos, el binomio es trinomio, porque sin Fernando no hubiésemos progresado ni el caballo ni yo. Ha entendido muy bien a Resuelto, y me ha sabido transmitir sus conocimientos sobre el animal. Resuelto es muy noble, con una cabeza privilegiada; entiende todo rápido, le gusta trabajar… es muy bueno, además.

Confiese, joven de 17 años: ¿cuántas horas dedica a estudios y caballo a la semana, y cuántas a confirmar clichés de adolescente?

Durante el curso entreno viernes por la tarde y sábados y domingos por la mañana, más alguna tarde entre semana si no es época de exámenes. Me organizo bien. No soy muy de salir, ni de Tik Tok, aunque en Instagram sí echo más horas. Me gusta entrenar, no es un esfuerzo. En vacaciones monto de martes a domingo, aunque vamos variando la actividad, es importante mantener fresca la cabeza del caballo, que no se aburra ni se sobrecargue, tanto en el físico como en el ánimo.

En eso se parecen a muchos humanos, la mayoría…

Bueno -ríe- sí, desde luego, aunque son más nobles ellos.

¿Tiene los Juegos Olímpicos en el baúl de los sueños?

Claro, como todo deportista, es lo más de lo más, aunque participar en el concurso de Aquisgrán también sería increíble, es la capital de la doma. París 2024 queda muy cerca, en la hípica se suele competir hasta edades muy longevas, la veteranía ayuda mucho. Necesitas un caballo experto, cuya vida deportiva puede extenderse sin problema hasta los 17 ó 18 años, y Resuelto tiene nueve. A París en 2024 está descartado, y a la siguiente, pues probablemente también… pero nunca se sabe.

Noticia en Heraldo de Aragón , realizada por Pablo Ferrer