Gráfico de la evolución del VIX

Introducción

Irán es una nación rica en historia y recursos que se enfrenta a desafíos y oportunidades únicas en el ámbito político y económico. En este artículo trataremos de explorar la estructura política de Irán y su economía.

Contexto político de Irán

Irán es una república islámica donde el poder político está estructurado en torno a una combinación de democracia y autoridad teocrática. Irán se rige principalmente por su Constitución de 1979, que se reformó en 1989.

La figura más poderosa de Irán es el Líder Supremo, actualmente el Ayatolá Ali Jamenei. El Líder Supremo tiene control sobre las fuerzas armadas, los medios de comunicación del estado, el sistema judicial. Este último está fuertemente influenciado por principios islámicos. El Líder Supremo es seleccionado por la Asamblea de Expertos que está compuesta por clérigos que son elegidos directamente por el pueblo iraní para un período de ocho años. La función principal de la asamblea de expertos es elegir y supervisar al Líder Supremo.

Tanto el presidente de Irán como el parlamento son elegidos por voto popular para un mandato de cuatro años. Mientras que el presidente actúa como la cabeza del gobierno y supervisa las políticas económicas y sociales, el parlamento iraní elabora la legislación, aprueba el presupuesto nacional y supervisa el funcionamiento del gobierno. Todas las leyes propuestas por el parlamento deben ser aprobadas por el Consejo de guardianes para asegurarse de que estén en conformidad con los principios del islam y la Constitución. Este órgano tiene 12 miembros, seis clérigos designados por el Líder Supremo y seis juristas nominados por el jefe del poder judicial y aprobados por el Parlamento.

Todos estos elementos reflejan cómo el sistema político de Irán está diseñado para integrar la ley islámica en su gobernanza, y cómo el poder está distribuido, pero fuertemente inclinado hacia el Líder Supremo y los órganos religiosos del estado.

En resumen, bajo este sistema, la participación política está moderadamente abierta a través de elecciones para ciertos cargos públicos, aunque el alcance de esta democracia es limitado por la influencia religiosa en la política.

Economía de Irán

La economía de Irán es una mezcla de planificación central, propiedad estatal de los recursos del petróleo y gas, y pequeños sectores de agricultura y servicios. Irán posee la cuarta reserva más grande de petróleo crudo y la segunda más grande de gas natural en el mundo, lo que hace que su economía sea muy dependiente de los ingresos de estos recursos. El sector del petróleo y del gas es considerado el más crítico de la economía iraní y sus exportaciones han sido severamente afectadas por las sanciones internacionales.

Las sanciones internacionales impuestas a Irán han sido principalmente en respuesta a preocupaciones sobre su programa nuclear y su política exterior. Estas sanciones han sido aplicadas por diversos actores internacionales, incluyendo las Naciones Unidas, Estados Unidos, la Unión Europea y otros países. Las sanciones impuestas han tenido un impacto profundo en la economía de Irán, limitando la exportación de petróleo y restringiendo el acceso a los mercados financieros internacionales. Esto ha reducido significativamente los ingresos del gobierno y ha limitado las inversiones en sectores clave.

La inflación ha alcanzado niveles altos, exacerbando los problemas económicos domésticos y aumentando la presión sobre las familias iraníes.

En conclusión, Irán enfrenta desafíos económicos significativos, incluida una alta tasa de desempleo, especialmente entre los jóvenes y las mujeres, inflación galopante y un sector público sobredimensionado que drena los recursos del gobierno. Políticamente, la represión de las libertades civiles y la falta de transparencia gubernamental han generado descontento interno y críticas internacionales.